Una rutina constante para acostar al bebé prepara el escenario para unos buenos hábitos de sueño y proporciona al bebé una sensación de seguridad y protección. Transmite a tu peque que es hora de relajarse e ir a dormir, y puede ser una gran oportunidad para pasar tiempo de calidad juntos. Puede incluso convertirse en el momento más acogedor y tranquilo que pases con tu bebé en todo el día.
¿Cuándo empezar a crear una rutina para ir a dormir?
En el momento en que tu bebé tenga unos tres meses, ya puedes empezar a pensar en crear una rutina para acostarle. Antes de los tres meses, seguro que muy a menudo tu bebé se quedará dormido poco después de cada toma. Los bebés de menos de tres meses también duermen sin un horario establecido, por lo que no merece la pena esforzarse en crear una rutina para acostarle aún. Sin embargo, para un recién nacido, una rutina para ir a dormir puede ser algo tan sencillo como calmarle antes de dormir, ponerle la ropita para dormir y pasar un rato agradable y relajado en el cambiador. A medida que vaya creciendo, irá adoptando mejor la rutina.
Cómo crear una rutina relajante para ir a dormir
No existe ninguna rutina estándar para ir a dormir que funcione con todos los bebés. Trata de ser flexible y busca la que se adapte a ti, a tu bebé y al resto de la familia. A los niños les gustan los actos repetitivos y es la familiaridad de la rutina para ir a dormir lo que calma al bebé y le da una sensación de seguridad y protección. Por lo tanto, no debes cambiar la rutina para ir a dormir de un día a otro o de una semana a otra. Debes crear una rutina constante que tanto tú como tu bebé podáis reconocer con el tiempo.
Inspírate con las siguientes ideas para crear una rutina relajante y tranquila para ir a dormir:
- Un baño relajante calma a la mayoría de los niños pequeños, y el agua tibia casi tiene poderes para inducir el sueño. Sin embargo, no lo hagas todas las noches ya que puede resecar la piel de tu pequeño.
- Un masajito suave puede hacer que el cuerpo y la mente se calmen. Además, favorece la vinculación a través del contacto piel con piel.
- Cantar una nana o una canción relajante también calma a los bebés y les duerme. Si mientras tanto le acunas, le ofrecerás a tu peque sensación de calma y seguridad.
- Leerle un cuento breve antes de dormir con una voz calmada y en tono bajito también puede hacer que tu bebé se relaje y se tranquilice. Y, como ya indicábamos, a los niños les gustan los actos repetitivos, así que le tendrás que leer los mismos cuentos.
- Tómate tu tiempo en el cambiador, cambiándole la ropita y con el lavado de dientes (si es que tu peque tiene dientes).
