Guía para padres: cómo priorizar el autocuidado

Tener un hijo te cambia la vida. Es maravilloso y emocionante, pero también agotador y desafiante. Ser madre o padre a menudo significa poner las necesidades de tu hijo por delante de las tuyas. El ciclo constante de atender las necesidades de los demás no deja tiempo para las propias. Y descuidar las propias necesidades durante largos períodos también puede crear una sensación de agotamiento e insuficiencia.

En una vida cotidiana ajetreada, el cuidado personal es quizás lo último en lo que se piensa. Pero sigue siendo esencial para nuestra salud y bienestar recordar nuestras propias necesidades y hacer algo por nosotros mismos. Es importante tener en cuenta que el autocuidado no es egoísta, sino que es un componente necesario para mantener el bienestar propio y poder cuidar de los demás de una forma eficaz. Necesitamos cuidarnos para poder seguir cuidando a los demás.

¿Qué es el autocuidado?

Autocuidado significa, como su propio nombre indica, cuidar de uno mismo. El autocuidado se puede dividir en cinco componentes diferentes: autocuidado físico, emocional, mental, espiritual y social. Para cuidar de tu salud y bienestar, es importante encontrar un equilibrio que te permita abordar cada una de estas áreas. A veces, es posible que necesites más autocuidado en un área específica para restablecer el equilibrio o aliviar el estrés en tu vida.

En el autocuidado puede participar una amplia gama de actividades, incluyendo el ejercicio, llevar una dieta saludable, dormir lo suficiente, controlar el estrés a través de técnicas de relajación o buscar apoyo, establecer límites y participar en actividades que nos aporten alegría y satisfacción. Es importante practicar el autocuidado de manera regular para mantener el bienestar general y prevenir el agotamiento.

Cómo practicar el autocuidado

Como todos somos diferentes, será distinto en cada caso. No hay ninguna forma correcta o incorrecta de cuidar de sí mismo, siempre que contribuya a nuestra felicidad y bienestar. A continuación te damos algunas ideas sobre cómo practicar el autocuidado:

1. Autocuidado físico

El autocuidado físico consiste en cuidar de tu cuerpo, ya sea comiendo mejor, haciendo ejercicio o simplemente buscando maneras de relajarte. Estas son algunas sugerencias:

  • Sal a dar un paseo
  • Haz ejercicio
  • Bebe más agua
  • Prioriza tus horas de sueño
  • Regálate un masaje
  • Date una ducha larga o un baño
  • Reduce la ingesta de alcohol, cafeína o azúcar

Consejo: no es necesario que pases horas al día en el gimnasio, sino que debes encontrar alguna actividad de la que disfrutes. El ejercicio no solo ayuda a controlar el peso, reduce la presión arterial y te aporta energía, sino que además reduce el estrés y mejora tu estado de ánimo.

2. Autocuidado emocional

El autocuidado emocional consiste en nutrir y atender tus sentimientos y emociones internas. En este mundo estresante en el que vivimos hoy en día, es importante cuidar de uno mismo en su totalidad, incluyendo el aspecto emocional.

  • Empieza a escribir un diario
  • Practica el mindfulness
  • Crea un proyecto artístico
  • Escucha música que se adapte a tu estado de ánimo
  • Anota afirmaciones positivas sobre ti
  • Recurre a tus amistades más cercanas para hablar de tus cosas

3. Autocuidado mental

El autocuidado mental implica hacer cosas que ayuden a que tu mente se mantenga atenta y desafiada. A continuación te presentamos algunas maneras de mejorar tu autocuidado mental:

  • Encuentra una afición
  • Lee un libro
  • Haz un puzzle
  • Colorea un libro de colorear para adultos
  • Desconecta de las redes sociales

4. Autocuidado espiritual

Nuestro autocuidado espiritual nos conecta con algo más grande que nosotros mismos. No necesariamente implica la práctica religiosa, pero puede implicar prácticas internas como la meditación. El bienestar espiritual es un viaje individual.

  • Practica yoga
  • Practica la meditación
  • Pasa tiempo en la naturaleza
  • Dedica tiempo a la autorreflexión
  • Desconecta de las tecnologías

Consejo: las prácticas de meditación y atención plena son excelentes actividades de autocuidado para los padres y madres, porque les ayudan a salir de su mente estresante y vivir el momento presente.

La experta en terapia holística certificada Paulina Ortiz nos ofrece estas orientaciones sobre dos prácticas distintas de mindfulness:

Concéntrate en tu respiración. Los pensamientos y sentimientos de ansiedad nos sacan del momento presente y nos llevan a nuestra mente. La respiración en caja consiste en respirar contando del 1 al 4. Inhala contando hasta 4. Aguanta la respiración contando hasta 4. Exhala contando hasta 4. Aguanta de nuevo contando hasta 4. Repítelo varias veces durante 1 minuto como mínimo.

Meditación de escáner corporal. Acuéstate boca arriba con las piernas extendidas y los brazos a los lados, con las palmas de las manos hacia arriba. Dirige tu atención a cada parte de tu cuerpo, de los pies a la cabeza o de la cabeza a los pies.

5. Autocuidado social

El autocuidado social consiste en mantener relaciones sociales positivas, establecer conexiones significativas y desarrollar la propia identidad social. Estas son algunas maneras de mejorar tu autocuidado social:

  • Encuentra una afición que te conecte con otras personas
  • Queda con tus seres queridos o llámales por teléfono
  • Saca de tu vida a las personas tóxicas
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