Junta parental: la hora de comer con los peques

La hora de comer con niños pequeños puede ser una experiencia desafiante para muchos padres y madres. Los niños pequeños a menudo tienen hábitos alimenticios impredecibles y pueden ser quisquillosos con la comida, lo que hace que la hora de comer sea estresante y frustrante. Además, los niños pequeños pueden tener dificultad para quedarse quietos y concentrarse durante la comida, lo que puede provocar derrames y desorden. En consecuencia, los padres y madres pueden sentirse estresados y abrumados durante la hora de comer, lo que puede afectar a la dinámica familiar en general.

Hemos hablado con 3 familias de nuestra Junta parental sobre la hora de comer con sus pequeños. Sigue leyendo y descubre sus consejos para hacer que la hora de comer sea una experiencia más positiva y agradable tanto para los padres y madres como para los niños.

Comer juntos en familia

"Hemos notado que nuestro hijo siempre está de muy buen humor en la mesa y siempre se divierte. Realmente ha cambiado la dinámica en la mesa: comemos, hablamos y nos reímos mucho más desde que nuestro hijo empezó a comer con nosotros". 

- Danielle, madre de Noah

Comer juntos en familia puede, como describe Danielle, servir como un momento de conexión, conversación y unión. Cuando la familia se sienta a comer y entabla una conversación, los niños pueden aprender valiosas habilidades sociales y de comunicación, y tener un sentido de pertenencia y conexión con su familia. Además, compartir la comida ofrece una oportunidad para que los padres, madres o cuidadores modelen hábitos y comportamientos alimentarios saludables y creen una relación positiva con los alimentos para los niños.

 

"Tener una horarios de comidas fijos es crucial para nosotros; idealmente, todos cenamos juntos. Incorporamos la alimentación del bebé a nuestra rutina ofreciéndole la misma comida que nosotros, permitiéndole explorar, disfrutar y crear sus propias experiencias sobre la comida". 

- Carina, madre de Linnéa

Permitir que los niños pequeños coman solos a la hora de comer es una parte importante de su desarrollo y puede tener un impacto positivo en su relación con la comida. Cuando a los niños se les permite comer solos, tienen la oportunidad de explorar nuevos alimentos, aprender sobre diferentes texturas y sabores y desarrollar importantes habilidades motoras.

Ser paciente

"A veces, a mi peque un día le encanta un alimento y al día siguiente ya no lo quiere. O no le interesa probar nuevos alimentos o comer las opciones saludables que sirvo. Solo sigo siendo paciente con él y recuerdo que está aprendiendo y que no puedo esperar que coma todo lo que hay en el plato en cada comida". 

- Victoria, madre de Boone

Manteniendo la paciencia y la calma a la hora de comer, los padres y madres pueden ayudar a crear una atmósfera positiva y promover experiencias agradables para sus hijos. Esto puede ayudar a los niños a desarrollar actitudes saludables hacia la comida y la hora de comer. Además, es más probable que los niños colabores y sean obedientes cuando sienten que sus padres y madres están tranquilos y son pacientes.

Preparar la comida de antemano

"Los domingos, trato de preparar comidas para el pequeño y hacer suficiente comida para la semana siguiente. Esto me facilita mucho las cosas porque entonces todo lo que tengo que hacer es descongelarlo o calentarlo". 

- Danielle, madre de Noah

Cuando tienes niños pequeños, es posible que tengas poco tiempo para preparar las comidas. Preparando las comidas de antemano puedes ahorrar tiempo y tener las comidas listas cuando sea necesario. Además, esto también puede ayudar a reducir el estrés, ya que no tendrás que preocuparse por qué hacer para la cena o apresurarte a preparar una comida cuando tus hijos tengan hambre y estén de mal humor.

Ayudar en la cocina

"Si es posible, trato de involucrar a mi pequeño en tareas sencillas para ayudar a preparar la comida. A mí me encanta hornear pan casero. Mi madre horneaba pan cuando yo era pequeña, y me encanta poder hacer lo mismo con mi hijo ahora". 

- Victoria, madre de Boone

Involucrar a los niños en la preparación de las comidas tiene muchos beneficios, incluso para los más pequeños. Una de las ventajas es que cuando los niños participan en la preparación de la comida, se involucran más en la comida que están preparando y es más probable que prueben nuevos alimentos. Esto puede ayudar a fomentar unos hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana. Además, puede ser una forma divertida para que las familias pasen tiempo juntas, fortaleciendo los lazos familiares y creando recuerdos positivos.