El chupete es un compañero de confianza para muchos padres para calmar a sus pequeños. Pero cuando el niño alcanza cierta edad, se convierte en un hábito que necesita romper. Las recomendaciones sobre cuándo dejar de usar un chupete difieren ligeramente dependiendo de la asociación dental. Nuestras recomendaciones se basan en la Asociación Dental danesa, que recomienda detener el uso de pacificadores antes de los 3 años.

Destinar a su hijo del chupete puede ser un proceso delicado, que requiere paciencia y comprensión. Esta guía explorará algunos pasos para ayudarlo a hacer la transición de su hijo del chupete.

Elija el momento adecuado:

El destete es más efectivo cuando se cronometra bien. Elija un momento en que el niño esté en una fase de desarrollo estable y tranquila. Si están ocurriendo otros eventos significativos en la vida del niño, como la llegada de un hermano menor, en movimiento o si el niño está entrenado para ir al baño, puede complicar el destete de chupete.

Reducción gradual:

Quitar abruptamente el chupete puede ser angustiante para su hijo. En cambio, considere un enfoque de reducción gradual. Comience por destituir al niño del chupete durante las horas de vigilia para que el niño se acostumbra gradualmente a no tener el chupete todo el tiempo.

Introducir alternativas de comodidad:

Reemplace el chupete con alternativas de comodidad. Ofrezca una manta suave, un animal de peluche favorito o una sesión de abrazos cuando su hijo busca relajantes. Proporcionar alternativas ayuda a redirigir su necesidad de comodidad lejos del chupete.

Crear un ritual:

Establecer un ritual de destete puede hacer que el proceso sea más predecible y menos desalentador para su hijo. Por ejemplo, deje que su hijo "regale" sus chupetes a un personaje ficticio como el hada de chupete o Santa Claus. Esto agrega un toque de emoción y crea una asociación positiva con el proceso de destete.

Refuerzo positivo:

Anime a su hijo a dejar a un lado el chupete mediante el uso de refuerzo positivo. Ofrezca elogios o pequeñas recompensas cuando vayan con éxito sin él. Reforzar la idea de que están creciendo y convirtiéndose en un niño grande, lo que hace que la transición sea una experiencia positiva y empoderadora.

La comunicación es clave:

Hable con su hijo sobre los próximos cambios. Explique por qué es hora de decir adiós al chupete y cómo es una parte natural del crecimiento. Use un lenguaje apropiado para la edad para ayudarlos a comprender y estar abierto a responder cualquier pregunta que puedan tener.

Involucrarlos en el proceso:

Involucre a su hijo en el proceso de toma de decisiones. Permítales ser parte de elegir cuándo y cómo reducir el uso del chupete. Esto los capacita y los hace sentir más en control de la transición.