Desde el principio de los tiempos, los padres siempre han arrullado a sus recién nacidos. No solo quedan preciosos, sino que el arrullo también sirve para ayudar a que el pequeño se quede tranquilo y duerma más profundamente.

Si quieres que tu bebé duerma mejor y te preguntas si deberías probar a arrullarlo, aquí te damos 4 grandes razones por las que sí:

4 razones por las que deberías arrullar a tu bebé

1. Sensación de seguridad

Una manta ligera ayuda a tu bebé a sentirse seguro y a gusto a medida que se va adaptando a la vida fuera del vientre materno. Esto crea una sensación de seguridad en muchos niños. Dado que el arrullo proporciona a los bebés la sensación de estar de nuevo en el vientre materno, esto les transmite una sensación de seguridad. Además, ayuda a eliminar la ansiedad del bebé al simular tu tacto, lo que ayuda a que el bebé se calme.

Los bebés nacen con un reflejo de sobresalto involuntario, denominado reflejo de Moro. Este reflejo consiste en unos movimientos involuntarios de las piernas y los brazos y puede producirse hasta que el bebé crece y aprende a controlarlo. Como estos movimientos son involuntarios, a menudo a los bebés les sobresaltan, y pueden afectar al sueño. Arrullándoles los brazos, los grandes movimientos se limitan y, por eso, es menos probable que se sobresalten y se despierten durante el sueño.

3. Seguridad
Uno de los factores que aumenta el riesgo de SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante) es dejar que el bebé duerma boca abajo o de lado. El arrullo ayuda a mantener la posición boca arriba y también recuerda a los padres que deben colocar al bebé boca arriba para dormir, que es la postura para dormir más segura para los recién nacidos.

4. Regulación de la temperatura del bebé
Los recién nacidos no son capaces de regular su temperatura. Esto significa que los bebés confían en los factores externos, como el arrullo, para mantenerse a la temperatura adecuada. No olvides que eres el termostato de tu bebé.

Un consejo para asegurarte de que la temperatura de tu bebé es cómoda es que pongas los dedos o la mano debajo de la ropa y toques su piel desnuda, ya sea en el pecho o en el cuello, justo debajo de la ropa. Si el bebé está calentito y seco a una temperatura adecuada, es perfecto. Sin embargo, s el bebé está demasiado caliente o hasta sudoroso, debes quitarle algo de ropa o llevarlo a algún lugar un poco más fresco. Si el bebé está demasiado frío, ponle más ropa o llévalo a un lugar más cálido.

Consejos de seguridad

Aunque el arrullo aporta los beneficios ya mencionado, debes asegurarte de hacerlo bien para evitar el peligro o la incomodidad del bebé. Sigue estos consejos de seguridad:

• Envuelve al bebé con la manta ajustada, pero no demasiado prieta. Deberías poder meter dos o tres dedos entre el pecho del bebé y la manta, y esta debe quedar floja en la zona de las caderas para que el bebé pueda mover las piernas libremente. Si le colocas la manta demasiado prieta, podrían surgir problemas de movilidad y desarrollo.
• Además, la manta no debe estar demasiado floja. Si se desenvuelve durante el sueño, podría cubrir la cara del bebé y crear una situación peligrosa.
• Coloca siempre al bebé boca arriba después de arrullarle.
• Deberás dejar de arrullarle en cuanto sea capaz de darse la vuelta.
• Nunca le pongas mucha ropa debajo de la manta, ya que podría tener demasiado calor.
• No a todos los bebés les gusta que les arrullen. Los bebés son diferentes y hay muchos otros métodos para que el bebé se relaje y se sienta seguro. Por eso, no te preocupes si a tu bebé no le gusta que le arrulles.
• No olvides nunca que solo debes envolver al bebé en una manta mientras duerme.

Nota: esta guía no pretende ser un sustituto del consejo o tratamiento médico profesional. Si tienes cualquier pregunta, busca siempre el consejo de un profesional de la salud.

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