Consejos para hacer eructar eficazmente a un bebé con gases
Nada interrumpe un momento de paz como los gases del bebé. Si tu pequeño está inquieto, se retuerce o llora después de comer, el aire atrapado podría ser la causa. Hacer eructar puede parecer algo pequeño, pero hecho correctamente, puede traer un gran alivio. En esta guía, compartiremos consejos suaves y prácticos para hacer eructar eficazmente a un bebé con gases, para que puedas ayudar a tu bebé a sentirse más cómodo después de cada comida.
Por qué es importante hacer eructar
Los bebés tragan aire mientras se alimentan, ya sea al dar el pecho, con biberón o incluso al succionar un chupete. Ese aire puede quedar atrapado en su barriga, causando incomodidad, gases o regurgitación. Conocer algunos consejos efectivos para hacer eructar a un bebé con gases puede reducir el malestar y mejorar la digestión.
Cuándo hacer eructar a tu bebé
El momento es clave. Intenta hacer eructar a tu bebé:
- A mitad de la toma (especialmente durante la alimentación con biberón)
- Justo después de alimentarlo, antes de acostarlo
- Si se aparta del pecho o del biberón y parece incómodo
Observar las señales de tu bebé es tan importante como estar pendiente del reloj. Un poco de tensión, retorcimientos o un llanto repentino pueden ser señales de que es hora de una pausa para eructar.
Consejos principales para hacer eructar eficazmente a un bebé con gases
1. Utiliza la posición adecuada
No hay una única manera perfecta de hacer eructar, pero estas tres posiciones son las más efectivas:
- Sobre el hombro: Sostén a tu bebé en posición vertical, con la barbilla apoyada en tu hombro, y dale suaves palmadas o frota su espalda.
- Sentado en tu regazo: Sostén el pecho y la cabeza de tu bebé con una mano mientras le frotas o das suaves palmadas en la espalda con la otra.
- Boca abajo sobre tus rodillas: Coloca a tu bebé atravesado sobre tus muslos, con la barriga hacia abajo, y dale suaves palmadas en la espalda. Esto puede ayudar si el método sobre el hombro no funciona.
Prueba las tres posiciones y descubre cuál se adapta mejor al temperamento y la barriga de tu bebé.
2. Sé suave pero persistente
No necesitas hacer eructar a tu bebé con fuerza: suaves palmadas rítmicas o movimientos circulares en la espalda suelen ser suficientes. Si una técnica no funciona después de unos minutos, cambia de posición y vuelve a intentarlo.
3. Haz pausas durante la alimentación
Detenerse a mitad de la toma le da tiempo a tu bebé de expulsar el aire antes de que su barriguita se llene demasiado. Esto es especialmente útil si tu bebé se alimenta rápido o parece tener gases después de las comidas.
4. Prueba los biberones anticólicos
Las herramientas de alimentación pueden marcar una gran diferencia. Nuestros biberones BIBS están diseñados con válvulas anticólicos que ayudan a reducir la cantidad de aire que tu bebé traga mientras se alimenta. Menos aire significa menos gases, y menos necesidad de largas sesiones de eructos después.
5. Usa un chupete después de la alimentación
Una vez que tu bebé haya comido y eructado, succionar un chupete puede ayudar a calmarlo y favorecer la digestión. También ayuda a asentar su barriguita y evitar que se acumule aire extra. Mantén el chupete limpio y a mano con un estuche para chupetes o ajústalo con un sujetachupetes para un acceso rápido.
¿Cuánto tiempo deberías hacer eructar al bebé?
Algunos bebés eructan en segundos; otros tardan varios minutos. Si tu bebé no ha eructado después de 5 a 10 minutos y parece estar cómodo, generalmente está bien continuar. Pero si está inquieto o molesto, prueba con una posición diferente o mantenlo erguido un poco más antes de acostarlo.
Cuándo consultar a tu pediatra
Si tu bebé muestra señales de gases excesivos, regurgitaciones frecuentes o llanto persistente incluso después de eructar, es buena idea consultar a tu pediatra. El o la profesional podrá descartar reflujo, sensibilidades alimentarias u otras causas de molestias digestivas.
Unas tomas más tranquilas empiezan con apoyo suave
Usar los consejos correctos para eructar a un bebé con gases de manera efectiva puede convertir una toma estresante en una experiencia más tranquila para ambos. Con la técnica y herramientas adecuadas, como nuestros biberones anticólicos y chupetes relajantes, puedes ayudar a que tu bebé se sienta más cómodo de día o de noche.
Y recuerda, cada bebé es diferente. Algunos necesitan eructar mucho, otros muy poco. Confía en tu instinto, mantén la paciencia y ten presente que con cada suave palmada le estás brindando a tu bebé comodidad y cuidado.